viernes, 2 de septiembre de 2011

Del diario La Nación: ¿Por qué los argentinos no se animan a invertir en la bolsa?

Los argentinos siguen apostando a las herramientas tradicionales a la hora de invertir. Prefieren el dólar, el euro, el ladrillo o el plazo fijo en vez de arriesgarse a ingresar a la "temible" y "desconocida" bolsa, pese a que este mundo, menos conservador, esté reflejando mayores niveles de rentabilidad.

Según un informe privado, las opciones tradicionales no han podido ganarle a la inflación en 2010. El dólar mostró una modesta ganancia del 3,4%, mientras que el euro tuvo una pérdida de casi un 5 por ciento. En el caso de los depósitos a plazo, la tasa promedio giró en torno al 10,4%, presentando cierta ventaja frente a los otros instrumentos.

Sin embargo, las inversiones más riesgosas mostraron en 2010 importantes ganancias que rindieron hasta 200%, destacándose en este campo los bonos atados al PBI y las acciones de los bancos. Aun así, "menos del 0,6% de las familias (inversores) tienen algún activo que cotice en bolsa", afirmó a lanacion.com Nicolás Litvinoff, especialista de la Universidad del Cema.

A través de una simulación bursátil vía Internet, el Instituto Argentina de Mercado de Capitales (IAMC) armó una base de datos con 17 mil personas de las cuales casi el 65% nunca había invertido en la bolsa. Aunque los números muestren ganancias importantes, existen ciertos motivos que hacen que los argentinos no inviertan en la bolsa:

Desconocimiento. desde la Comisión Nacional de Valores (CNV) informaron que, a través de una encuesta, se conoce que tres cuartos de la población económicamente activa con ingresos medios altos y capacidad de ahorro no conoce los instrumentos financieros. "Si bien los argentinos pensamos que somos expertos en temas económicos y financieros, son pocos los que realmente estudian y están informados. Al ser la bolsa un lugar donde hay bastante volatilidad, hay un mito de los argentinos en general, de pensar a la bolsa como algo azaroso, pero es puramente por desconocimiento", indicó Nicolás Litvinoff.

La bolsa como una timba. "Hay una noción generalizada de los argentinos de pensar a la bolsa como una timba. Eso ocurre por falta de cultura financiera. Entonces se asocian las subas o bajas bruscas de las acciones con un juego de azar, lo que hace que pocos argentinos quieran tener acciones o bonos", dijo Litvinoff.

Huellas de la inestabilidad económica. La falta de estabilidad económica y normativa que el país ha exhibido a través del tiempo, es para Mónica Erpen, la directora Ejecutiva del IAMC a cargo del área de Investigación y Desarrollos de Productos, es, quizás, el motivo más importante por el que faltan más ahorristas en la bolsa.

"La volatilidad normativa y económica impacta directamente sobre la volatilidad de los precios de los activos financieros. Esta característica potencia la participación de los inversores más propensos al riesgo y desalienta la de los inversores más conservadores, que parece ser una característica de la sociedad argentina-esto explica las preferencias por los plazos fijos y las divisas extranjeras-. Sin dudas, las reiteradas crisis económicas de la Argentina han dejado mucho temor hacia lo financiero", dijo la especialista.

Mercado reducido, con pocas empresas. "Salvo las empresas de carácter multinacional, el mercado argentino accionario tiene muy poco para invertir. Los volúmenes que se operan respecto al tamaño de la economía son mínimos. Es un mercado extremadamente reducido, lo que hace que el público sea muy reducido y que no tenga sentido invertir para el público común", afirmó a lanacion.com Eduardo Blasco, consultor en finanzas y titular de Maxinver.

Vacío educacional. "Existe un vacío educacional en temas referentes al dinero", según Litvinoff. Por su parte, Erpen, también afirmó que "es claro que la educación financiera y bursátil es todavía escasa en la mayoría de la población. Este es uno de los puntos sobre los que se puede actuar directamente para promover mayor participación, especialmente de las generaciones más jóvenes que tienen mayor predisposición a participar de inversiones alternativas a las tradicionales".

Para difundir el mercado de capitales, tanto desde IAMC -con simulaciones bursátiles vía internet-, como desde la CNV, se están planteando iniciativas para generar educación financiera. El titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli señaló a este medio: "En estos años, frente a un contexto económico más favorable, se planea hacer una campaña para que los argentinos puedan conocer más sobre el tema. Es importante esta educación".

Costos altos. La baja inversión de los argentinos en la bolsa local se da también por "los costos transaccionales para operar, que son altísimos. Acá es el tema del huevo y la gallina. Los costos son altos porque son pocas las personas que apuestan a la bolsa, pero se apuesta poco porque los costos son altos", explicó Litvinoff. El especialista explica que en la Argentina operar acciones tienen un costo de comisión del 1,2% de entrada y 1,2% de salida. Mientras que en EE.UU. las comisiones son mucho más bajas porque son fijas, entre US$ 5 y US$ 10, así se operen US$ 1 millon o 1000 dólares.

Imposibilidad de ver a largo plazo. También influye el horizonte de la inversión. Los activos bursátiles requieren, en general, plazos más largos para que la inversión madure y de sus frutos. En ese sentido, la mayoría de los argentinos tienen una tendencia a pensar en plazos cortos, aseguró Erpen.

Desconfianza. "La gente no confía en los balances y en la transparencia de la bolsa local. Recomiendo al inversor chico que si no tienen una persona de confianza, que no se arriesgue a invertir en la bolsa porque es algo muy volátil", aconsejó Blasco. Frente a esto, Vanoli indicó la importancia de generar iniciativas para dar más transparencias en el mercado y recordó que en 2010 la CNV tomó este tipo de iniciativas al mostrar ciertos valores online. "Esto sirve para controlar mejor el ahorro y tomar decisiones más rápidas, y además todo el desarrollo para operar por Internet está pensando, sobre todo, en la generación más joven", dijo Vanoli.

Erpen también afirmó que la participación de las familias en la inversión bursátil es muy baja respecto de otros países latinoamericanos que pueden ser comparables con la Argentina, a pesar de que la tendencia, después de la crisis de 2001, es creciente. "Algunas estimaciones que tienen como fuente a la Bolsa de Comercio indican que sólo el 3% de la población económicamente activa tiene inversiones bursátiles", agregó.

Según la directora,"las acciones, los bonos y las cauciones bursátiles son los más operados y los más conocidos en el mercado, aunque también se están consolidando otras alternativas que compiten muy bien con las tasas de plazos fijos, como es el caso de los fideicomisos financieros de préstamos de consumo y los cheques de pago diferido".

Los especialistas explicaron que no hay que tener miedo a iniciarse en el mercado de capitales, dado que cada inversor tiene sus preferencias y un nivel de tolerancia al riesgo que es considerado por las firmas bursátiles y los asesores a la hora de recomendar cómo invertir.

Por Ana Falbo
De la Redacción de lanacion.com
afalbo@lanacion.com.ar


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