Una
entrada muy básica, pero como educación, brindando un poco de
información.
Dentro de las funciones principales que se les otorga a los mercados
de capitales (además de ayudar a diversificar más eficientemente el
riesgo), es la de brindar un marco para que los agentes económicos
que tienen excesos de dinero puedan ponerse en contacto con otros
agentes que tienen necesidades de dinero.
A diferencia de una entidad financiera, en el mercado de capitales,
además de “tomar deuda”, se puede “abrir el capital” a
nuevos socios. Para aquellos que tenemos una (DES)formación
profesional con tendencia a pensar en lo contable, vemos rápidamente
que el mercado nos da herramientas para aumentar las fuentes de
financiamiento del negocio: Pasivo y Patrimonio Neto. Esa
financiación será destinada al negocio de la empresa.
Tenemos así entonces una disgregación principal: deuda y
participación en el patrimonio de la empresa (lo que normalmente se
denomina equity). Dentro de los primeros, y en caso de que sean
emitidos por privados, tenemos en orden de duración: Obligaciones
Negociables, Pagarés Bursátiles (casi no se negocian), Cheques de
pago diferido, entre otros. En caso de que el emisor sea el Estado
nos encontramos ante los conocidos Títulos Públicos. Existen
también los contratos de pases y cauciones.
Por el lado de
la participación en el patrimonio de la empresa, tenemos las
Acciones. Un instrumento que “nos hace dueños” por decirlo de
alguna manera. Las acciones que podemos comprar y vender en nuestro
mercado son obviamente de empresas que tienen autorizada la oferta
pública
(concepto importantísimo para nuestra normativa de mercado de
capitales). En nuestro mercado se trata de empresas argentinas con
algunas excepciones: Tenaris (TS), Petrobrás Brasil (APBR). No
obstante, las posibilidades de inversión no se limitan a estas
empresas, ya que tenemos instrumentos que nos permiten invertir en
acciones que NO cotizan en nuestro mercado a través de los CEDEARs
(http://www.cnv.gob.ar/EducacionBursatil/versionpdf/Cedear.pdf).
Los
CEDEAR (CErtificados
de DEpósito ARgentinos)
son certificados representativos del depósito de valores negociables
de sociedades no autorizadas para su oferta pública en la República
Argentina. Pueden ser emitidos en programas, que representan el
depósito en una entidad custodio de valores negociables de una sola
especie y clase. Comprando CEDEARs estamos invirtiendo en las
acciones que representan. Este es el caso de la sugerencia que se
hizo en una de las carteras: VALE. Este CEDEAR representa acciones de
la empresa de origen brasilero VALE, dedicada a la producción de
minerales, principalmente de mineral de hierro, realizando esta
actividad a nivel global.
Para
finalizar esta breve introducción, mencionar unos instrumentos muy
mal entendidos (justificadamente por el daño que se hizo con ellos),
que son los Instrumentos Derivados. Justamente se los denomina de
esta manera porque no tienen sentido en su existencia por si mismos,
sino que son vinculados a un activo del cual se “derivan”. Dentro
de esta gama de odiados (y amados) instrumentos contamos con los
futuros (recordar cómo se habla del dólar futuro), opciones (gran
instrumento para modificar el perfil de riesgo de nuestras
posiciones), y en otros mercados tenemos los Credit Default Swaps
(CDS) los que básicamente son seguros de cobertura por riesgo de
incumplimiento de pago, los CDO (Collateralized Debt Obligations
famosos de la crisis Sub Prime! De 2008/09!) y muchos más. Como
concepto recordar que son instrumentos que nos permiten modificar
nuestro perfil de riesgo y tomar coberturas (o apalancarnos si así
quisiéramos), y que tienen su existencia vinculada a otro activo que
se denomina “Activo Subyacente”.
Si
quisiéramos ver información del mercado bastaría consultar los
siguientes enlaces:
De
futuros: www.rofex.com.ar
(principalmente futuros de dólar, y desde hace ya varios meses
futuros de Merval).
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